Antes que nada, FELIZ PASCUA.
No es mi estilo irme de vacaciones sin despedirme, ni siquiera aunque no me haya ido a ninguna parte para una Semana Santa que hace buen tiempo en lustros; lo cierto es que tenía pensado pasarme por aquí un momento con tal intención allá por el Miércoles o incluso el Jueves Santo, pero no estaba nada inspirada, y en esas sigo, aparte de disfrutar de los consabidos efectos colaterales de esta maravillosa y colorida estación que no deja de ser una marranada con buena prensa para mucha gente, ya saben, milagros del marketing, aunque por descontado el envoltorio es de lujo y lo reconozco...
Tampoco sabía una muy bien si hablar de lo del asesino de masas volador, consecuencia de varias negligencias de autoridades y en especial una compañía aérea de los presuntamente perfectos "cabezas cuadradas", de las masacres de cristianos por el hecho de serlo y sin tanto "je suis", o seguir con lo de siempre, pero sí diré que he sentido cierta envidia del pueblo francés, su comportamiento y gestión del terrible asunto, y cierta vergüenza ante el una vez más miserable comportamiento de algunos compatriotas nuestros buscando diferenciar para lo peor la actitud de Merkel y Hollande con respecto a la de nuestro presidente, y buscando mierda donde no la hay por el mero placer de revolcarse en ella y pisotear nuestra autoestima patria, en un deporte nacional que me parece sencillamente repugnante y que desmoraliza y agota porque no tiene absolutamente nada que ver con la necesaria y saludable autocrítica, que a lo mejor algunos otros deberían imitar en parte y recoger la que nos sobra en demasía mientras nosotros hacemos un tanto con el chovinismo que rebosan ellos...en fin.
Y esa legión de frustrados, para los que no existe ni existirá jamás nada positivo o salvable en NADA son los amos del cotarro ahora: gente amargada, que sólo ve los defectos en todo, para los que una cosa y su contraria merecen igual desprecio, y que como todo el mundo se ve obligado a soportar su monserga, no necesariamente por aquiescencia sino por no descender a su mismo nivel de educación, dan por sentado que serían los mejores presidentes de gobierno, los mejores seleccionadores de cualquier deporte, los mejores economistas del mundo mundial, los jueces más justicieros, y la gallina en verso, oigan, cuando la realidad es que quizás sólo sean los más gritones, cosa facilona y que no concede mayor razón, y los más imbéciles sin remisión.
Por supuestísimo que las noticias de hoy sobre el nuevo y mejor mordisco al paro en tiempos, el avance de la contratación indefinida y demás les parecerá algo lamentable o a no tener en consideración, y como dice uno de mis columnistas favoritos del momento, "(...) sólo un país de cenizos no reconoce que su población y su Gobierno han sabido salir de una situación agónica y, en lugar de felicitarse, sopesa un harakiri electoral con experimentos con gaseosa".
Para ceniza la de "los puros" estos...y servidora no fuma.
Necesito unas vacaciones.
Pero volveré, aviso.
Mientras tanto, sean buenos y cuídense.
