Se confirma la terrible sospecha sobre el asesinato de nuestro compatriota desaparecido durante la noche de terror en Londres el pasado Sábado (algunos medios y mercenarios de la información no pudieron aguantarse las ganas de la "exclusiva" ayer a pesar de no existir confirmación hasta hace escasos minutos, y de la angustia de su familiares pendientes de que lo hicieran oficial las autoridades británicas)
Las autoridades británicas han quedado como Cagancho por cierto, en el antes y en el después de la sucesión y relación de hechos, y a ello habría que añadir la total falta de empatía en circunstancias semejantes; sólo imaginen, como han señalado no pocos opinadores con razón, lo que hubieran dicho y publicado ellos de haber sucedido al revés con esa retórica hostil y patriotera que les ha dado por utilizar en los últimos tiempos con los países amigos.
Es obvio que el riesgo cero no existe y se han desmantelado ataques, aquí en nuestro suelo en gran número por la eficacia en acciones preventivas y la dilatada experiencia antiterrorista, y es cierto que en ocasiones no es fácil actuar sólo en base a indicios, pero existían en esta ocasión avisos de vecinos alarmados sobre el comportamiento de uno de los criminales, avisos de las autoridades italianas respecto a otro, y hasta un vídeo de ellos en un parque con la repugnante bandera del grupo terrorista de actualidad mundial y récord sanguinario.
Se multiplican los escenarios de sus matanzas, con tintes de desesperación indiscriminada; por una parte han recibido esa orden como modo de celebrar el Ramadán en su bestial distorsión de la realidad, y por otro están perdiendo terreno a pasos agigantados en el escenario de guerra principal y a punto de perder su bastión, Mosul.
Algo indica que todo se está precipitando después de que hoy mismo hayan irrumpido a tiros en el parlamento iraní- quizás ahora se una por fin Pablenin al Pacto Antiyihadista, quién sabe- y en el Mausoleo de esa otra joyita propagadora de fatwas y terrible recuerdo que fue Jomeini.
Además, ese último movimiento hipocritón de Arabia Saudí y otros países de la zona sobre el emirato del club de fútbol y la famosa jequesa da para diversas interpretaciones, yo me quedo con la de intereses locales en conflicto pese a que me gustaría creerme la coartada y aunque algún tonto útil con ínfulas ya corra a colgarse la medalla.
En cualquier caso, lo que no pueden conseguir es dividirnos y que nos culpemos unos a otros de algo que sólo es culpa de quien lo perpetra, por mejorables que sean las decisiones y gestiones a seguir.
Ya lo sufrimos aquí, y parece que todo se pega menos la hermosura...
Tanto la izquierda radical aquí o la de Corbyn allí culpan a los gobiernos, y lo mismo hacen los alternativos alemanes y demás extremos diestros que odian la sociedad abierta; unos lo quieren arreglar con abrazos al islamismo y cánticos moñas mientras dan patadas a los cristianos, y los otros presumen de serlo de unas formas absolutamente contrarias a la doctrina, y ofrecen soluciones no sólo arbitrarias, sino de casi imposible aplicación en la práctica.
Por supuesto se puede hacer mucho más y mejor, empezando por lo gordo, y dejar de tolerar lo que es un delito en nuestra sociedad que ha hecho la vista gordísima ante muchas costumbres y conductas en absoluto respetables, porque es muy cansado y desagradable que te tachen de racista con cualquier excusa, y hay que exigir, también de forma inexcusable, la implicación de todos los miembros de sus comunidades sin medias tintas ni peros que valgan.
De otro modo, y no tardando mucho, probablemente lleguemos a ver deportaciones masivas o campos de internamiento, como sucede cuando no puedes fiarte de nadie y se terminan las garantías y libertades, y siendo ahora mucho más difícil identificar al enemigo, pues no es un país o varios concretos los que te han declarado la guerra de exterminio.
Será muy difícil, y probablemente largo, porque es casi imposible mantener la cabeza y la sangre frías ante la barbarie, y por descontado, cuentan con ello.
Sin embargo, y como ya hemos visto, también hay ejemplos de que les perdemos el miedo.
Descansen en paz todas las víctimas, y un recuerdo muy especial para los que demuestran un comportamiento heróico para socorrer al prójimo, como ha sido el caso de Ignacio Echeverría.
Al lado de estas grandezas, las mezquindades de la política y la corrala ad hoc, palidecen y dan casi grima, pero siguen afectando a lo cotidiano, qué vamos a hacerle.
Ya parece del Pleistoceno que se deshicieran del jefe de los fiscales anticorrupción por aquello de serlo y parecerlo a lo mujer del césar, pues hay que ser muy torpe para ponerlo a cargo de semejante nido de incompetentes narcisos con flanco tan apetecible al que hincarle el diente retorcido, en semejante coyuntura social y flagrante ignorancia del personal sobre tales asuntos que sin embargo no impiden pontificar a calzón quitado y con nostalgia de botijo.
Como todo era declarado y legal, se han acogido a la "estética" para justificar la cacería descarada.
No seré yo quien no diga que puede quedar un poco feíto dado el rimbombante cargo, pero cuidado con ese tipo de argumentación, y más en un gremio donde lo que cuentan son los hechos probados y todas esas cosas tan serias de la legalidad en sentido literal y estricto.
La estética no importó nada cuando Cándido C.P. Fiscal General del Estado, presumía de arrastrar la toga por el polvo del camino, o cuando Otegui chuleaba a la policía preguntando si eso lo sabía el fiscal gral para que le dejaran en paz cuando ZP dialogaba que te dialogaba con los terroristas, o cuando estos días ha prescrito una causa contra Txapote porque seguro que tenían sus señorías cosas más importantes que hacer aunque después de años el ratio de casos que resuelven es pírrico, o cuando uno de los jueces de parte que le quiere hacer el paseíllo de telediario a Rajoy aunque vaya como testigo, y haya dejado declarar por videoconferencia a media humanidad, dijera en su día eso del manual de la ETA sobre que en España se torturaba a esos pobrecillos y demás morralla argumental consabida, al ladito de Íñigo Irúin.
Hombre, con Baltasar pájaro gordo ya tuvieron que reaccionar porque le pillaron en varias y ya cantaba muchísimo tanto prevaricar y pasarse por el forro la confidencialidad de los presuntos, y luego fue Elpidio, pero anda que no hay jueces a los que aplicar el manual de estilo y los del CGPJ siguen tocando el violón en su mundo cuando tienen las cuadras por arreglar y no muestran similar empeño en adecentar como en las de los partidos, si cada quién se dedicara a vigilar y mantener lo propio otro gallo cantaría, y no sería el de los vendedores de crecepelos.
Luego se cabrean mucho con las coñas del Conejo General del Joder Judicial y empuran a un tipo por mucho menos porque soltó aquello de "la justicia es un cachondeo".
Que se lo digan a Cañamero a quien el Supremo le ha archivado lo suyo por no presentarse desacatando, y por hacer las fechorías en comandita en vez de solito.
Y a los de la tribu cupera lo mismito.
No les pasa nada y así están de subiditos...
Con razón no se ha sabido de ningún ropón al que le hayan okupado lo suyo.
Ay, pero pobre de usted, señor normalito.
En fin, no le pase nada a todo aquel que intente poner orden en ése y otros chiringos.
Seguiremos obnubilados con las glorias deportivas, sin restar mérito alguno a lo grande que se ha conseguido, y porque otras cosas mejor no mirar...
POSDATA: la yaya consistorial regala- además de ceniceros a medio mundo- medallas de chocolate a los futbolistas, y un pastizal y toda clase de lujos a los de Bollywood porque ya no se mueren de hambre los infantes por las esquinas como hace unos meses cuando aún éramos Somalia.
SEGUNDA POSDATA: por lo visto el Maestro Yoda se ha reencarnado en el Dalai Lama, o eso he oído, aunque puede que me haya hecho un lío y sea al revés.
HALA, MADRID.
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