La prima famosa ha llegado a estar estos días hasta en 76, incluso con el coñazo del contubernio catalán por medio, no hay quien lo entienda, pero no voy a pedir a ningún egregio especialista que nos lo explique a los profanos pues la mayoría la cagaron y luego ninguno ha entonado mea culpa, antes al contrario, algunos insisten en sus pifias manifiestas, otro gremio donde los egos priman sobre las realidades de la vida, y ya son unos cuántos.
Pues aún contratarán a charlatanes apocalípticos como el Niño Becerra o Roberto Centeno, amante de la Rusia putinista antes que presunto hombre de Trump en España, ya saben, verdades alternativas y tal a mansalva, pero si alguien osa contradecirle miaja más vale apartarse antes de que le reviente la carótida.
El empleo ha alcanzado niveles precrisis y suben los contratos indefinidos, con perdón.
Una renombrada agencia de rating nos ha subido de aprobado a notable bajo.
El FMI nos resta una décima de crecimiento a cuenta del monotema, pero sigue siendo el más alto de entre nuestros vecinos, incluyendo la locomotora alemana.
Con todos los peros habituales, son sin duda noticias excelentes noticias.
Sin embargo, urge echar a Rajoy.
Las altas esferas y los medios a pachas.
A ver si se creen que nos chupamos el dedito todos.
Y las razones son tan pedestres y simples como que les salió a pagar, no vayan a imaginar razones elevadas.
Aparte de eso, el soso de Pontevedra, ahí donde lo ven, y topicazos aparte, es escasamente influenciable, y eso es algo imperdonable para las camarillas y los cenáculos de los pocos que cortan el bacalao Enestepaís, no comprenden que prefiera cenar todas las noches en familia y meterse en la piltra a las once antes que dejarse aconsejar por sus puntiagudos bullarengues.
Otro tanto sucede con no pocas estrellitas del gremio sensacionalista que se imaginaban llevarlo del ronzal o que mantendrían ciertas prebendas de cuando compadreaban con Aznar en Génova, y al no haber sido así se la tienen jurada...y de qué manera tan evidente y obscena en ciertos casos.
Del aznarato y del aguirrismo son también las trapisondas de hace lustros que se están dilucidando en las teles y en los juzgados, ambos encuadrados por el antimarianismo furibundo como "el PP pata negra de las esencias"que han de retornar, mientras le zurran la badana a cuenta de todos ellos al heredero digital que además terminó con el negocio de esos personajillos ahora conocidísimos.
El nombre del entonces jefazo es sistemáticamente obviado, por razones demasiado obvias también me temo, y pese a que vuelve a gustar de estar en el candelero para soltar pullas y pellizcos o lisonjas según a quiénes y según sus ánimos soberbios.
Y a nadie preocupa por lo visto, la porquería de otros partidos que siguen sin regenerarse o llevan mandando por los siglos de los siglos en un sitio, aunque también podrían salir todos los días en titulares.
Lo cierto es que a ellos tampoco les preocupa ni piden perdón por lo suyo, es más, ni aparecen por la Comisión de Investigación en el Senado, que ha sido de lo más entretenida si a alguien le apeteciera enterarse, tanto exigir y sobreactuar con la paja en el ojo ajeno.
Como no quiero cansarme mucho y existe San Google, hoy no voy a centrarme en los trapitos de los que nadie habla, para qué...
Por cierto, he descubierto que "regenerar" para algunos es poner imberbes, exclusivamente y literalmente.
La de jubilaciones anticipadas que se avecinan pueden temblar el misterio y la consabida hucha, por ejemplo la del señor Ansón tocaría antes que la del señor Rajoy, me parece.
Por supuesto, la presunción de inocencia hace mucho que fue asesinada por los medios (y por los novicios políticos de todo color y sabor ungidos por los diosecillos)
No solamente aquí, desde luego.
Se ha hecho viral el juicio con los testimonios de cientos de niñas gimnastas abusadas por un médico deportivo en Estados Unidos, y debo decir que tanto como me alegra que se ponga a buen recaudo a un sujeto repugnante, me parece igualmente anormal y preocupante la visión de jueces lloriqueantes o que parecen haber decidido antes de que exista sentencia.
Del mismo modo habrá que presentar alguna prueba por parte de los acusadores de la movida de los peliculeros, vamos digo yo, comprendo que en muchos casos puede ser imposible o muy difícil tanto como fácil es arruinar vidas y carreras.
Aquí hay una señora Juana que pretende que la juzguen diferente por un delito según cómo tiene la entrepierna.
Hay un nuevo juez saritísimo, ahora que Don Baltasarito está un poco más calladito, no demasiado, por prevaricador.
El de ahora no ejerce de político, pero sí de oráculo moralizador, y le gusta ya más el foco que a un tonto los lápices.
Algo así como Cebolleta Margallo, pero en juez.
Me va a caer la del pulpo porque a veces dice verdades como puños, pero el buen señor paternalista me cae gordísimo, como casi todos los que se pirran hasta el ridículo cuando ven un foco o una alcachofa.
Desconfíen sistemáticamente de gente así.
Por ejemplo, de ese tal Revilla y sus anchoas.
Por supuesto, entre ellos el más adicto por la causa es Puchi.
Esta semana ha olido a podrido a Dinamarca el rato que estuvo allí.
Estuvo agitando el capote para la foto de la detención y el juez Llarena no entró al trapo como pedía la Fiscalía, lo tiene todo preparado para la propicia ocasión y que no se pueda librar de ninguno de los cargos, según explican.
No le salió pues tan bien la jugada como pretendía, ya que además recibió una tunda dialéctica por parte de una politóloga danesa que le puso ante el espejo.
Una señora que no recuerda nada a Pamela Anderson, y esto es un halago por supuesto.
De vuelta a sus aposentos belgas, maquina junto al nuevo presidente del Parlamento, su cada vez más difícil investidura.
El Gobierno ha movido ficha y lo ha impugnado, el otro se va a querellar y pide amparo al Constitucional del que se ha estado burlando en todo momento hasta su destitución.
Y mientras tanto, hasta el Martes, día D, toda España y media Europa pendiente de este esperpento y procurando que no cruce las fronteras por las alcantarillas o vestido de lagarterana.
¿Hay quién dé más?
Pues sí, Maburro.
Como se le muere la gente de hambre por las calles, y a los que no los mata él antes de rendirse, ha vuelto a ser sancionado por la UE con España a la cabeza.
Odia, y está todo el tiempo obsesionado con Rajoy, igual que la derechorra hispana.
Y como la "nueva" siniestra a la que el chavismo pagó por asesoramiento económico, así les luce, y para dejar aquí la sucursal, para que él hable de injerencias.
Ya era hora de que por fin nos devolvamos los embajadores, después de tantos rifirrafes y consultas.
De paso cuando el bolivariano se largue podía llevarse a Pablo Manolo, Monedero, y el cara Trostkito, ya que aquí todo es tan malo y aquello el paraíso.
Y señalar que es todo un honor ser despreciado por un régimen tan podrido y asesino.
Hay que reconocer que tal como terminamos el año, el comienzo del presente es igual o más entretenido.
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