Me he enterado de que ya va a ser Carnaval y apenas hace un ratejo que se han marchado hacia Oriente los Reyes, no me gustan tantas prisas ni los años en que se juntan el roscón y las torrijas.
La verdad es que tampoco vamos a notar mucho la diferencia porque como últimamente vivimos en carnavalada permanente, con murgas eternas y gentes que van por la vida como adefesios efervescentes, con chabacano ruido de fondo omnipresente, y tufillo sardinero, pues van a tener que esforzarse los participantes, y no sé por qué me da que este año tampoco se van a currar demasié el disfraz con lo facilón que lo ponen algunos....el año pasado la estrella era Trump, y en el presente no creo que me la juegue mucho si digo que la estrella será un mocho de fregona con la careta de uno al que sólo le falta el gorro de Napo ahora que se ha ido a Waterloo.
Y cómo sufre el pobre en un casoplón, y de comilona en comilona.
Y eso que los belgas empiezan a buscarle curro de guardabosques o vendedor de patatas, tampoco le ven un futuro muy prometedor parece.
El caso es que el Sábado zapeando vi a unos tipos con abanicos y creía que se había adelantado la fecha y que habían vuelto los de Locomía un tanto deslucidos y perjudicados, pero cuando me fijé bien resultó que eran casi todos los de la "nueva política", salvo Perico de los Palotes, que es de la "vieja".
Pablenin, como no iba a ver al Rey, se había arreglado dentro de lo posible y llevaba esmoquin, aunque se debió olvidar dentro la percha.
En la foto también estaban el recientemente casado, y anterior mejor valorado en las encuestas de intención de voto, aunque no se coma un colín, el camarada Alberto Garzón, y a su lado una señora y un señor sin el abanico, que es el sustituto del dicho camarada en dicha valoración y responde a igual nombre.
En muchos medios, y mira que es raro porque en general le adoran sin tapujos, le han censurado en la foto, y me parece fatal.
Era el coñazo anual de los titiriprogres, claro.
Y han copiado por lo que cuentan descaradamente a sus odiados yanquis, como suelen.
Yo desde luego no me quedé para comprobarlo.
Esta semana, progresando adecuadamente de golpe y porrazo en la neurosis del feminismo liberticida rampante, se han cargado el curro de las azafatas de la Fórmula 1 y han quitado un cuadro maravilloso de ninfas de un museo británico, de uno de mis pintores favoritos por cierto, estúpidos mamarrachos.
Vaya por delante que me parece un trabajo "de florero" tirando a patético, pero una es libre o no para hacerlo; también son libres o no de contratar para eso los responsables de tales eventos, y ahora han decidido que no se corresponde con el momento ambiental, y en lugar de poner señores a la par, ahora van a poner niños (en su caso no será "explotar", ni "cosificar", el que lo entienda que me lo explique)
Si una es guapa se queda sin derecho a trabajar en eso, pero luego cualquiera se pone a reivindicar donde le parece que puede hacer lo que quiera con su cuerpo,y ojito con rechistar, ya me comprenden.
Si eres de izquierda radical y lo haces en Misa hay indulgencia, y si eres más fea que pegar a un padre o el famoso Picio, y te desmelenas sin pudor porque te molesta ser una "princesita" en una sociedad heteropatriarcal, bula total.
La talla 38 les aprieta el eso, sacan una Barbie gorda, perdón "curvy", y tampoco mola eso.
A saber cómo se contentarán, no me apetece saberlo.
En el cuadro de Waterhouse, las "acosadas" en todo caso barrunto que no son precisamente las ninfas.
Y es de una belleza absoluta y total.
Nada que ver con la pornografía y el mal gusto, que campan a sus anchas al acceso por cierto de menores.
Demasiados necesitando un trasplante cerebral.
Se me estaba empezando a hinchar la venita y se supone que tecleo un poquito para eliminar toxinas, así que dejaré a un lado asuntos como el intento de derogación de la prisión permanente revisable por parte de algunos, y lo estoy aparcando semanas porque es de esos donde se puede incurrir en ira, o lo mismo si me acuerdo de un articulito sobre los españoles en el Times, que creo que ha sido convenientemente respondido por otro nuestro en ABC a cargo del gran Álvaro Martínez que lo resume en "Ponga moqueta hasta en el retrete, modere sus duchas y exagere hasta el sensacionalismo", y es que, tópicos aparte, qué mala suerte tenemos que por aquí estamos por ver al famoso señor del monóculo y la flema british al tomar el té, no digamos a mi admirado Profesor Higgins, al eminente Holmes y el amable Watson, o a caballero de singular porte como David Niven.
Siempre es injusto generalizar, pero aquí la flema inglesa es otra cosa.
Y el balconing lo inventaron ellos.
Una vez en la playa me asombró ver en un hotel una cama de obra y una habitación sin televisión.
La respuesta es que los hooligans beodos lo tiraban todo por el balcón.
Y después, bastantes se tiraban ellos, a ver si acertaban en la piscina con la piñata.
Desde luego que no recuerdan nada al bueno de Bertie Wooster ni a mi admirado Jeeves.
Y ni siquiera a Guillermo Brown.
Dejen de intentar con insistencia asesinar mi pecado de anglofilia, una de las peores cosas que puede ser un español ;)
Aquí lo que se lleva bastante y desde casi siempre es ciscarse en todo lo propio y considerarse lo peor, como bien dice Luis Ventoso que es corresponsal allí y peca de lo mismo con su proverbial tino y moderación, nosotros somos un poco mejor de lo que nos creemos y los ingleses justamente al revés, deberíamos compensar....
Eso de ir contra lo propio lo llevan al límite los sociatas cuando por ejemplo van contra los intereses de España al boicotear a Luis de Guindos para un cargo de importancia a nivel europeo.
Y ese tipo de mezquindades no se explican fuera de aquí.
Todo candidato de sus filas recibió el apoyo de la oposición, al revés siempre hay pegas.
Ya hizo Pedro Sánchez el ridículo internacional contra Juncker, y seguramente lo volverá a hacer, porque hasta los socialistas portugueses apoyan al candidato español para la vicepresidencia del BCE puesto para el que está inmejorablemente cualificado, aunque no sea una mujer de cuota como ellos pedían porque se han agarrado como garrapatas a esa excusa penosa y a la memoria parcialísima y antihistórica de una guerra de hace demasiado tiempo sobre la que quieren imponer una nueva vuelta de tuerca que recuerda demasiado al "1984" de Orwell.
No difieren mucho de los que derribaron los Budas de Bamiyán.
Esperemos que no lo consigan.
Está claro que vivimos otra vez tiempos revueltos.
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