Pues efectivamente, le pitaron, literalmente y en directo.
No puede decirse en general que tuviera un buen día el hombre.
Ni tampoco la presi miembra.
La escenita del besamanos les perseguirá siempre, si esperaban ser los coprotagonistas junto a los Reyes objetivo logrado, aunque principalmente lo que han sido es la risión del Reino, bochorno aparte.
Hay un dicho que señala que un burro puede fingir ser un caballo, pero tarde o temprano, rebuzna.
Y el del título, que es más largo y todo el mundo conoce, también sirve para describir la situación.
Eso suponiendo que fuera un hecho involuntario, pues hay partidarios de la teoría de la desfachatez premeditada, y tampoco es descabellada conociendo el percal del individuo.
Además, no es la primera vez que acude al mismo evento y lugar, y nunca ha visto a Rajoy y a Viri ponerse al lado de los Reyes a recibir reverencias y estrechar manos, creo que todos los españoles saben lo que hay que hacer sin siquiera tener nociones de protocolo, así que es una teoría con cierta base.
No así el apresurado intento de endilgar las culpas a otros, como a la presidenta del Congreso inmediata en la fila, o el poco creíble propósito de ayudar de la Casa Real, desmentido por los gestos y refrendado por el ujier, convertido en héroe popular a causa del regocijante momento.
Sin embargo, en Estados Unidos y Canadá también han tenido deslices notables que parecen dar al traste con esa teoría y apoyar la bisoñez con ínfulas de estos caraduras no electos pero con infinitos balcones a la calle.
Sin ir más lejos, hoy mismo Juncker le ha tenido que sacar del foco cuando se disponía a hablar en rueda de prensa de las bondades del presupuesto piltrafa que nos quiere encalomar, cuando aquí no deja a los alcachoferos preguntar ni por asomo sobre nada.
Además, Pablenin le ha cogido el gusto a ejercer de vice de lacasta despúes de verse en el membrete del presupuesto, y mañana se va a la cárcel a pedirle al golpista bizco que apoye la piltrafa ruinosa, que ya llegarán los indultos cuando se pueda, lo importante es que manden ellos y no la derecha malvada.
Seguramente estemos cerca de tocar fondo en el descenso del nivel de nuestra democracia, por si fuera poco el intento fallido de saltarse el control del Senado que les estorba porque no tienen la mayoría, o el descarado uso partidista de las cuentas oficiales e institucionales nunca visto con anterioridad y con evidente tufo populista bolivariano.
Pero la deslealtad es de la oposición por oponerse a todo ello.
Al menos van a tener el detalle por fin de emprender acciones contra la reprobación del Rey en el esperpento butifarro, aunque con pocas ganas.
Y han echado a un delegado flamenco que decía burradas.
Un par de caramelitos para contener el enorme enfado y descontento, pero con la otra mano quieren rebajar la presión sobre Venezuela justo cuando hay recién tirado un opositor por la ventana con la excusa que nadie se traga del suicidio.
Cosas sin importancia para el dialogante contador de nubes, el que empezó por contra a reabrir las tumbas selladas y las zanjas de la guerra incivil; sólo las de un lado, por supuesto.
Están resucitando ecos extinguidos, lo cual es una desgracia para todos.
Pero como aquí todo es chapuza, siempre hay un lado para la farsa.
Al final van a conseguir que el muerto olvidado vuelva a estar de moda y se pueda visitar en pleno centro de Madrid.
Lumbreras donde las haya.
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