viernes, 23 de abril de 2021

EL ESTADISTA Y OTRAS MONSERGAS

 Ayer iba a sentarme a escribir, pero salió un rayo de sol- uoh oh oh- en medio de una semana de chaparrones que parece que van a empeorar, así que me fui con mi marido a patear los campos embarrados feliz como una perdiz de esas que hay por todas partes, aunque les ganen por goleada los conejos, porque es de las pocas cosas que ahora son balsámicas para el espíritu, y desde que nos encerraron de un día para otro procuro perder pocas ocasiones; recuerdo que el último fin de semana antes del confinamiento deseché una sugerencia de ir a un restaurante porque tal día tenía pereza de medio arreglarme y luego tuve tiempo sobrado para recordarlo con arrepentimiento.

El corral sigue revuelto como el tiempo primaveral, y ciertos personajes públicos son los granos.

El grano principal quiere seguir interpretando el papel de "estadista", sí a estas alturas y mal teñido, pero aunque se disfrace de la abuelita le sale el bicho por las costuras, está obsesionado con Caperucita Isabelita, que se le adelanta en todo y le descoloca, y la acusa de ser una indepe, pero luego no le pone una "mesa de diálogo" como a los del minuto de republiqueta , ni le regala más competencias como a los vascos las prisiones y otros pagos ofensivos para las víctimas del terrorismo, por contra quiere quitárselas para podernos clavar el impuestazo que se le ocurra.

El estadista huele cada vez más a bananas y se permite poner opiniones ocurrentes y descriptivas sobre el principal partido de la oposición en el Boletín Oficial del Estado, al parecer les molestó mucho que Rajoy incluyera multas e incluso penas de prisión en casos graves para los piquetes violentos en las huelgas y lo han vuelto a dejar para que puedan sus colegas sindicados gorilear con la impunidad de siempre.

El estadista consiente que la Generalidad de Cataluña no vacune a la Policía Nacional y a la Guardia Civil por evidentes motivos ideológicos sin otra reacción que asumir el Estado hacerlo y sin que a nadie se le caiga la cara de vergüenza por ello.

Es el estadista el que hace quedar a su marioneta sosaina como un esperpento y como un trolero respecto a pactar con Pablo Iglesias o los impuestos.


Desde que hay tropecientos candidatos, los pseudodebates  electorales es imposible verlos, demasiada morralla hay que tragar para entresacar algún argumento, y a veces no es posible rebatir la propaganda, la falacia o el insulto.

Casi todo el mundo busca sólo la parte que le interesa o algún resumen, o se queda con el anecdotario, que si a uno le echaban laca en el moño, que había dos candidatas señoras en las antípodas políticas vestidas igual, que uno llegó en moto y otro en taxi para las cámaras pero luego se marchó en el oficial con chófer de vuelta al casoplón, y esa clase de cosas que a veces dicen más que lo otro.

Lo mejor sería que no se molestasen más y que nos ahorren los circos, con que tuvieran un pequeño rato para exponer su programa o responder alguna pregunta concreta nos bastaría a la mayoría de humanos, si muchos deciden su voto en función de estas cosas que el Señor nos pille confesados.

Creo que ya no hay más porque Pablenin se ha largado enfadado de uno en una cadena de radio.

Han llegado al Ministerio del Interior unas cartas amenazadoras acompañadas de balas de CETME, dirigidas a él, al ministro y a la casi desconocida directora de la Guardia Civil, en Correos no saltaron los detectores y hay bastante gente que no acaba de creerse los ataques que está recibiendo Podemos últimamente, entre otros la señora Monasterio de Vox que se lo dijo a la cara en antena.

No se comprende tan enorme enfado dado que ellos tampoco se creían los que sufrían los otros, a una herida por piedra la acusaron de echarse ketchup, y encima y además los alientan.

Tampoco tiene un pase que sólo le parezca algo dispensable si eso lo hacen los de su amigo Arnaldo.

Yo en su lugar estaría igual de preocupado que con aquel que detuvieron por practicar con las fotos del estadista, y del que no ha vuelto a saberse nada porque era ruido más que nueces y serviría para desviar la atención de algo.

En cualquier caso, nuestros profesionales del orden que tanto le disgustan a él y a sus huestes hasta la agresión por parte de algunos miembros del partido, seguramente lo resuelven.

Claro, chalados haberlos haylos, nunca se puede descartar con tal ambientazo, ya he dicho muchas veces que ciertos discursos enardecen a los interpretativos seres irracionales varios, y lo mismo te sale uno que se cree los desvaríos de republiquetas paletas como otro que se atiza unos cuernos en el coco allá por casi lo mismo, y de un lado y del otro siempre hay quienes les ríen y les disculpan la gracias, quien quiera entender que entienda.


No creo que sea tan difícil hacer campañas en positivo en lugar de dedicarse a la bronca y a señalar a nadie, me da igual que sea a los hombres, los menores extranjeros no acompañados, las churras o las merinas, todo mezclado y aderezado con la conveniente dosis de demagogia facilona y medias verdades que dejan de serlo.

Qué largo se nos va a hacer hasta el 4 de Mayo.


POSDATA: si leen "el estadista" con la voz de Gloria Serra queda mucho mejor.


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