Gran parte del día de ayer me la pasé buscando por los distintos medios el repique de la noticia acompañada de impactante foto aparecida en la portada del principal diario en la red Libertad Digital- según El Mundo "una página web"- con nulo resultado y escasa receptividad a los constantes requerimientos del personal.
Había una confusión bastante considerable debido a la aparición de aquel vagón 011R que descubrieron los de la cadena Intereconomía hace varias semanas y al que le dediqué por entonces un post. Debo decir que igual que en aquella ocasión también me llamó la atención la escasa atención que recibió por parte de estudiosos de la cuestión como Luis del Pino, aunque posteriormente se hiciera mención en algún programa, lo de ayer fue todavía más evidente, ya que hoy por fin Jiménez Losantos nos ha aclarado el asunto en su programa de esRadio ante la petición de aclaraciones de gran parte de la audiencia y lo que resulta penoso es que hasta en temas de semejante trascendencia haya pugnas mezquinas incluso entre medios "amigos".
No se trata de lo mismo, sino del foco de explosión del tren de Santa Eugenia, que no fue desguazado con el resto por motivos x, pero del que muchos conocían su existencia y callaban como eso que están pensando, hurtándoselo a la acción de la justicia.
Naturalmente, las asociaciones de víctimas- salvo la de Manjón por el momento- han puesto el grito en el cielo ante la tropelía y van a hacer todo lo posible para que se reabra la investigación, mal instruida y peor acabada, y en ese sentido ha hecho unas declaraciones esperanzadoras el nuevo mandamás de la Audiencia Nacional, Grande-Marlaska, al que muchos nos congratula se haya impuesto al cocoliso condecorado por Rubalcaba. Además, esperamos que las querellas presentadas por el único condenado a tropecientos mil años por estar en todos los trenes a la vez y hacer estallar un explosivo que no estaba salgan adelante para que la verdad se abra paso y los aprovechateguis del mundo no vivan de los réditos de testimoniar falsamente, entre otras muchas cosas repugnantes.
El perito Antonio Iglesias ha señalado que transcurridos ocho años y rota la cadena de custodia es casi imposible cualquier prueba química útil, pero que en cualquier caso resulta perfectamente factible realizar un examen visual o una simulación para que un experto en explosivos pueda acercarse lo bastante a la realidad, pero eso es algo que sólo se conseguirá si tantos plumíferos y autoridades dejan de mirar a otra parte haciendo como que no existe y la sociedad civil presiona para ello.
Y lo cierto es que la mayor parte de dicho gremio y del glorioso pueblo español pasan absolutamente de ello, prueba fehaciente de que la podredumbre no es exclusiva de las distintas castas gobernantes o influyentes y que Estepaís está como está por muchas razones y no todas puramente institucionales (y el que crea que exagero que se pegue un buchito de agua de río o repase las estadísticas en las que somos líderes y no encontrará precisamente el ránking de mejores universidades)
Por cierto, que hoy se anuncian más movilizaciones "universitarias" y de otras subespecies pseudoestudiantiles a rebufo de las sindicales a nivel europeo, cualquier excusa es buena para manipular a nuestros hijos, pero hoy paso del Vietcong granujiento al igual que de la pantomima basurienta de los etarras...
El ya ex superjuez se libra de mayor castigo por sus fechorías prescritas o prevaricadoras, pese a una sentencia que lo reconoce TODO, se conoce que sus señorías una vez inhabilitado por la primera causa, han renunciado a hacer morcillas con las puñetas caídas bien sea por el alivio de alejarlo de la carrera o porque se han cansado de las funciones de Villarejo y la Bardem, vaya a saber.
Ya es libre para asesorar a aprendices de tirano como Correa- si no consiguen expulsarle los del consejo de abogados ecuatoriano que parece que también le han calado- y ganar perras para más cuchipandas de altos vuelos a botella tinto finolis por cabezón en lugar de impartir clases de jurisprudencia en la trena.