Creía que ya habían enterrado la sardina y había terminado el carnaval pero sigue viviendo entre nosotros, y lo peor es que tiene pinta de que será para siempre... por contra, quieren prohibir los circos, seguramente porque muchos ya es sabido que detestan la competencia.
Pero ya saben, no hay bien ni mal que cien años dure, y entre pendulazos y estulticias varias, a veces toca algún periodo de relativa calma y sensatez, así que no se den al desenfreno pre apocalíptico o al flagelo purificador todavía pese a la pandemia de "istas" desorejados que andan empeñados en arrasar las meninges del personal (igual el asteroide pasa de largo y luego queda un poco mal en el balance, el sentido del ridículo también está repartido fatal: los terraplanistas directamente carecen de, pero los amigos de las ladillas, los coros y danzas de los lazis, las mujeras panfletarias gregarias y los que sacan del arcón boinas carlistas o cascos renacentistas, por ahí le andan)
La risa remedio infalible, que decía una revista muy entretenida; y totalmente necesaria para sobrevivir, desde luego en el panorama de evidente preocupación ante tantas causas y cosas desbocadas, no faltan ocasiones para la misma.
En todo caso, siempre será mejor que hacerlo por no llorar.
Al menos por ahora, los terraplanistas se conforman con foros donde se tronchan de las fotos de la NASA y se montan cruceros para buscar el borde del abismo que se pagan ellos, otros de los citados viven de la bronca y la pataleta y la mamandurria, y encima no se conforman con ello sino que pretenden el monopolio de las causas que a menudo parasitan y determinar la relación del resto del mundo respecto a ello con fondos y formas infumables, excluyentes y de sesgo totalitario.
La misma entrada calcada del año pasado- Mujeras- valdría para hoy, y ya es lástima que la izquierda radical haya usurpado un día de todas las mujeres y que podría ser de carácter festivo sin dejar de lado las justas reivindicaciones que se puedan reclamar, ajenas a partidismos, huelgas forzosas, lemas injustificables y faltas de respeto lo mismo.
Por culpa de unas borregas vociferantes y unas consignas inasumibles, muchas no podemos asistir.
Por culpa de unas mamarrachas intolerantes, otros acudirán sintiéndose muy incómodos.
Por culpa del dirigismo sectario, ya no es feminismo que pide igualdad de oportunidades sino hembrismo castrante y agresivo, demasiado parecido a lo que dice combatir, y que exige privilegios.
Por culpa de los excesos simplistas de machirulas hiperventiladas, ahora parece que las demás no podamos quejarnos, y que ya está absolutamente todo hecho y logrado, según otros hiperventilados.
Por culpa de una chapuza legal y de tipas que criminalizan al sexo masculino, tenemos que aguantar ahora que aparezca el tonto apostillador cuando un maltratador asesina a su pareja o ex por considerarla un objeto de su posesión, algo tremendamente desagradable y descorazonador.
Por culpa de vividores de subvenciones a cuenta de lacras, hay estúpidos que meten en un mismo saco ayudas indispensables para la emancipación y la protección.
Por culpa de tanta indigencia intelectual y abuso de propaganda, hasta en la sección presuntamente deportiva de algunos telediarios, han convertido en odioso algo que podríamos suscribir casi todos.
Y unos usos y abusos, ni siquiera presentes, menos todavía los muy evidentes del pasado, aunque no tan lejano como se dice, no se arreglan con otros.
Muchas gracias, imbécilas.
También sigue el carnaval de unos partidos contra otros y casi todos consigo mismos, no todos están contentos con los fichajes de ajenos, algunos de dentro se molestan como es natural, ni presumiblemente son tan talentosos, al menos a primera vista y vistos algunos logros, más bien sus posaderas habían quedado ayunas de asiento y no se resignaban a sus efectos.
Además de acarrear berrinches y cismas, pueden incluir sorpresita dentro como los huevitos de chocolate famosos.
Otros en cambio no quieren sorpresas ni talentos de esos, y con la excusita se cargan los estatutos para volver al dedazo que tanto les molestaba cuando era el de otros.
Y a pesar de eso, se les cuelan garbanzos requetenegros, como a los de siempre de lacasta, hay que ver...con las cosas que decían les veo con el sayal de esparto y sacándose los ojos con cucharilla para no ver sus pecados.
De hecho, si llegan a verlo dicen que es un invento o que nadie le había puesto, pero se callan en seguida con lo que gustan de pontificar y de fotos.
Y si hay una cómplice de asesinato en Podemos, la ven y les da lo mismito.
Siete años de los treinta, cumplió nada más la joyita de candidata por Ávila.
Pobrecita, ya ha saldado su deuda con la sociedad y la linchan por ser señora.
Qué tragaderas de oca para algo inadmisible y vomitivo.
Ya ni sorprende claro, después de ser tan amigos de los asesinos etarras o de Hugo y Nico.
También ha hecho ÉL elogio de ese señor de extrema derecha supremacista y clerical que murió esta semana, Xabier Arzalluz, a quien imagino recogiendo nueces con Pedro Botero salvo milagro, los intereses comunes ya se sabe que unen más que nada.
Por cierto, y para terminar con el monotema de los últimos tiempos, en el descanso de la Catetonia sempiterna, las churris de Pablenin, dos de dos, la del Kichi, y la de Perico están en el carguito por sus mariditos, toma feminismo.
Qué manera de pervertir todo y tomarnos el pelo.
Y la pela, claro.
En este concreto caso, bien dicho.
POSDATA: los títulos que me venían eran demasiado subidos de tono y he preferido un homenaje a mi admirado Groucho Marx.
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