miércoles, 15 de julio de 2020

CERO PATATERO

Pues fue cerrar el ordenador tras la terapia de la semana pasada y justo salir la noticia de que Nadia Calviño se quedaba sin el ansiado puesto en el Eurogrupo, pero ya me dio pereza volver a poner la posdata.

Lo daban por hecho, pues además del apoyo de pesos pesados de fuera, tenían el de todos los de dentro a diferencia de ellos con respecto a Arias Cañete o de Guindos en su momento, pero ni siquiera eso o el currículum son suficientes cuando todo el mundo sabe quiénes están dentro del gobierno y tus recetas son un gasto monstruoso, incumplimientos, derogaciones de lo poco que funciona y promesas de subsidios con pinta de no ser puntuales como es obligado, sino eternos para caer simpáticos y repetir a escala nacional los cuarenta años de Andalucía sociata ( que antes iba la última y ahora va en cabeza)

Spain is back, que decía la otra lumbrera menestra.

Back, pero de "detrás", o quizás quiso decir "behind", y no se dio cuenta.
Cosas de las prepotencias y de escupir a lo alto con semejantes bodrios de políticas y de gobierno.

Creo que Perico ya sabe que por las afueras su careto de feldespato no es suficiente encanto y que esta vez nos rescatan, aunque ya por descontado le hayan cambiado el nombrecito, a estas horas le está tratando de dar pena a la Merkel, pero yo creo que en el fondo ella está prefiriendo que luego la llame Mariano y se lo cuente.

Mientras tanto, han tenido otro disgusto gordo él, y sobre todo, Pablenin.

Principalmente en tierras galáicas, donde ha obtenido cero patatero y van a dejar de tocar la gaita y las narices a los gallegos.

De catorce a CERO.
Superdrástico, tío.

Cierto es que los nacionalistas han tenido un resultado abultado, habrán sumado los de ellos, pero el PP ha sacado la cuarta mayoría absoluta de la mano de Feijoó, cuya gestión en general, también de la pandemia es todo un aval, sin duda uno de los puntales del partido a quien no le quitan el sueño ni los del agua de borrajas ni los del garrafón, ninguno de los cuáles convencen a los gallegos, para tener fama de no saberse si suben o bajan la escalera vaya que sí lo saben ellos...

Lo del País Vasco tiene una lectura triste en que sigue sin poder hacerse campaña normal  sin acosos violentos, más aún desde que Perico tiene tales apoyos para estar donde está, y en la gran cantidad de votantes que tienen los filoetarras el mismo día de cumplirse 23 años del asesinato de Miguel Ángel Blanco, aquellas mareas de manos blancas en Ermua y un cierto asomo de vergüenza por fin en el ámbito del nacionalismo tribal.

Cierto es que también prima eficiencia de gestión, y que Urkullu con sus tonterías inherentes no es Ibarreche, ni tampoco Arzallus o Puigdemont, pero hay que reconocer que en ciertas partes del territorio la moral de la sociedad es muy laxa y las tragaderas muy gordas, aunque ha sido esta vez grande la abstención.

Tampoco ha sido un éxito el experimento pepero que a nivel nacional pudo tener lógica en cierto momento,y cada vez menos, hay sumas que restan y más aún cuando empiezan dividiendo, intentar volver al pasado no es necesariamente la lectura correcta, aunque quizás también a Iturgaiz le haya faltado tiempo.

Vox ha logrado un asiento, y ya se ha puesto a dar lecciones de valentía a los que tienen en su haber muertos según su costumbre, muy desagradable por cierto, unas cuantas tilas no les irían mal a los de su plantilla por regla general, y a saber si fueran con miel en lugar de hiel como estrategia y funcionamiento.

Pero vamos, que a los jefazos les ha ido mal, y por eso hoy ha cantado todavía más la cocina de Tezanos.

En cuanto al culebrón del vice y el telefonito, la novedad es que ahora dicen que no se lo robaron a la colaboradora y que era ella la que se fabricaba una coartada para las filtraciones que iba haciendo, así que a estas alturas de palomitas uno no sabe ya cuántos presuntos delitos hay sobre la mesa del juez y si tendrá final feliz para nosotros o para los del cuento.

Veremos a ver mañana si se comportan medianamente en la ceremonia oficial de duelo después de lo vergonzoso de su gestión, de continuar aún sin cifra oficial de víctimas y de la descarnada y repugnante campaña que le están haciendo al Rey a todas horas mientras él y Doña Letizia recorren España para reconfortar a los españoles.


Y los "rebrotes" creciendo.



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