miércoles, 30 de enero de 2019

POCHO, VETE YA

No entiendo por qué un mes antes de Navidad no cunde nada el tiempo y va a una velocidad vertiginosa, y un mes después, idéntica secuencia, se antoja mucho más lenta y hace parecer que dichas  celebraciones tuvieron lugar hace ya siglos.
 
Tiene mucho que ver con la cantidad y exigencia de preparativos, los compromisos más y menos obligados, y hasta con los perfumistas anunciantes, no cabe duda (por cierto, les quedan apenas un par de días de paz hasta que vuelvan al ataque con el día de los atontolinados advierto, Cagolina Heguega y demás pestilencias en gabacho)
 
Otro inciso, qué hijas de su madre son las hormonas, da igual en qué fase de la vida.
 
Malditas.
 
Tendencia a vaguear aparte, el patio anda para pocas ganas de meter baza vista la profusión de Torquemadas y pintores de brocha gorda que abundan por todas partes.
 
Pero como algún día tenía que pasarme, hoy es tan buen día como cualquiera, hasta que deje de apetecerme o alguien lo proscriba, visto lo visto no sería del todo improbable pese a que este medio ya está obsoleto y prima desahogarse en cuatro caracteres, la capacidad de síntesis puede demostrar gran brillantez intelectual o todo lo contrario, me ahorro ejemplos estelares por todos conocidos.
 
Parece que al fin esta vez pueden materializarse cambios para mejor en Venezuela.
 
Deseo de todo corazón que el autobusero bananero y criminal se largue del poder cuanto antes, y si con ello arrastrase a sus jefes cubanos, mucho mejor.
 
El reconocimiento de la mayoría de países a Juan Guaidó de la Asamblea Nacional legítima como presidente interino, las sanciones, y el bloqueo de cuentas al narcochavismo parecen indicar que no está muy lejos el final de ese régimen dictatorial.
 
España ha perdido una oportunidad de oro para liderar una respuesta conjunta de la UE  que se ve también entorpecida por países como Grecia y Austria que simpatizan con el autócrata ruso y principal sostenedor de Maduro; a más de uno le pueden explotar estos días el coco y la neurona a cuenta de simpatías y antipatías cruzadas y posiciones equilibristas difícilmente sostenibles, y sin embargo el propio Trump, pese a las suyas, en esta ocasión se ha comportado como cualquier otro presidente yanqui homologable, y personalmente lo celebro.
 
Tampoco tienen mucha excusa los progres de salón porque inmediatamente el canadiense Trudeau, y sus calcetines deleznables, le han secundado.
 
Y el papel de Luis Almagro de la OEA estos últimos tiempos ha sido fundamental.
 
Aquí la oposición tampoco tiene dudas sobre posicionarse a favor de la libertad y el sentido común y la mínima decencia exigible.
 
El presidente volante prefiere no enfadar a sus apoyos principales y asesores forofos del bolivarianismo.
Y como sabe que está quedando peor que mal, sale a escena con un ultimátum ridículo que implica reconocer legitimidad a quien no la tiene y concederle un tiempo inmerecido para sus chanchullos maniobreros y para que siga deteniendo o asesinando a los que no se resignan a morir de hambre, detalle que por cierto no tuvo con nuestro presidente demócrata y legítimo.
 
Naturalmente, se lo puso a huevo al fantoche.
Así que encima la humillación de que semejante sujeto te dé una réplica sangrante, y que tenemos que soportar todos los españoles.
 
Y además, con las ya sucesivas deserciones de personal, y las que se avecinan, no le va a quedar otra que rectificar lo más rápidamente posible, de hecho ya ha intentado salvar el culete con unas declaraciones más duras, lo que pasa es que las balas, los presos políticos y la tiranía ya venían de mucho antes, y por eso suenan muy falsas las lamentaciones presentes y es tarde para las preocupaciones papales por posibles derramamientos de sangre y apelaciones a un diálogo que solamente han servido para oxigenarle.
 
Y sí Perico, es socialista, un tirano socialista.
 
Pero sus opositores son casi en su mayoría pertenecientes al socialismo democrático.
Lo que no ha impedido a los que no lo son, apoyarles.
¿Puedes apreciar la diferencia?
Felipe González y Alfonso Guerra, sí.
 
 
Solamente queda saber de qué forma se marcha.
Y no tiene buena pinta.
 
Ojalá podamos gritar pronto "¡Viva Venezuela Libre!"
 
Para no mezclar culos y témporas, y dada la profusión de asuntos para el despotrique y el vituperio, lo dejo aquí o nos vuelven a dar las uvas con los taxistas o los de más allá tocapelotistas….
 
 
Maduro, jans of de Venezuela inmidiatli.

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